LA EPILACIÓN CON CERA

La epilación a la cera es, sin duda alguna, la técnica más antigua, popular y económica y aporta los siguientes beneficios:
1. El vello puede demorar hasta 4 semanas en volver a crecer, lo que hace posible que puedas epilarte una vez al mes
2. El vello saldrá cada vez más fino y en menor cantidad
3. La piel queda mucho más suave, tersa y sedosa al tacto.

Las ceras pueden ser calientes, frías y tibias:

Epilación a la cera caliente: La epilación a la cera caliente es un clásico pero está siendo amenazada por la aparición de la cera tibia y fría. Si bien la cera caliente no es aconsejable para personas con problemas de várices y de circulación, es muy popular.


Epilación a la cera fría: La epilación a la cera fría se realiza con bandas de papel que ya tienen la cera incorporada y se aplican directamente en la parte del cuerpo que se quiere epilar. Su resultado no es tan eficiente ya que los poros no se dilatan, los vellos muchas veces se cortan y por lo tanto vuelven a crecer en poco tiempo. Además es más dolorosa.


Epilación a la cera tibia: La cera tibia es una combinación de distintas clases de resinas. Una de las principales ventajas es que este es un producto descartable lo cual la convierte en una opción más higiénica, limpia y segura. Este tipo de cera no quema la piel, porque su punto de fusión es igual a la temperatura corporal, es decir, a unos 37º C - 39º C.

No hay comentarios:

Publicar un comentario